(Esoterismo)
El hombre necesita símbolos para entrar en el
terreno de lo concreto, de lo palpable, ya que de otro modo no podría
entenderse. Así, lo simbólico entra a formar parte del lenguaje cotidiano en el
que siempre ha estado inmerso y la naturaleza de su espíritu, lo ha llevado a
comunicarse más allá del lenguaje de las palabras, es así como han llegado
hasta nosotros, muestras artísticas de sus manifestaciones y de sus creencias,
ejemplos nacidos de su relación con el mundo, su relación consigo mismo y con
las deidades que siempre lo rodearon.
Algunos
monumentos megalíticos arqueológicos, incluso en el lugar de su hallazgo,
permiten reconocer una vinculación viva con los muertos, un culto de
antepasados de gran estilo y con ello a veces relacionado con la disposición de
recintos religiosos, lugares de asamblea y ocasionalmente construcciones
megalíticas de culto.
La piedra hoy
día ha escapado de las manos del hombre, llegando a ser sólo un material que no
tiene el valor simbólico de los antiguos, ya que ha sido fácilmente reemplazado
por otros. Pero no por eso se olvidará la importancia que tuvo este símbolo
para la antigüedad. Cita: Gregorio
Vásquez
Podemos
observar varios ejemplos del uso de las piedras en la antiguedad y en nuestros
tiempos:
Las rocas,
por su solidez e inmutabilidad, evocan las ideas de cohesión, respaldo,
seguridad, firmeza y eternidad. Dios mismo es llamado “la roca” porque da
firmeza a los que se apoyan en él. En hebreo, el verbo “tener fe, creer”,
significa “afirmarse”, de modo que la imagen de la roca es correlativa a este
verbo (Gén 49,24, Dt 32, 4.15.18.30.31).
Siempre se
han diferenciado las piedras del cielo (meteoritos, trozos de meteoritos o
betilos, beth-El, que significa en hebreo, Casa de Dios) por su carácter
sagrado, de las piedras terrestres, aunque algunas de éstas han poseído
propiedades oraculares; tal el verdadero mito de Jacob al que se le mostró, –teniendo
una de ellas por almohada–, la escala, o sea el camino al cielo, por el que
ascendían y descendían los ángeles, es decir la iniciación en el Conocimiento.
Jesús dijo a Pedro, cuyo nombre significa piedra: sobre ti construiré mi Iglesia y por eso le han sido atribuidas
su durabilidad y condiciones negativas propias de la obcecación y la falta de
entendimiento de su teología y la dureza que rige a la religión, la que sin
embargo hasta hoy día es capaz de albergar elementos esotéricos; ellos son las
piedras pulidas, aptas para la obra.
También deben
considerarse las piedras preciosas ya que extremadamente pulidas y de muchos
colores guardan correspondencia con los distintos planetas, pues éstas son sus
energías maduradas en el seno de la tierra. Se les atribuyen poderes mágicos.
Hoy en día se usan piedras de cuarzos para trazar runas o símbolos de Reiki.
Debe
mencionarse en especial la búsqueda de la Piedra Filosofal por los alquimistas
de todos los tiempos.
Los templos
construidos en piedra en el medioevo eran considerados cajas de resonancia
donde vibraba la energía divina; suelen tener muy buena acústica.
Esencialmente
la piedra es la solidificación de las energías y ritmos primeros, alberga
dentro de sí la ebullición de los poderes cósmicos de manera cristalizada. Por
ese motivo también simboliza lo potencial y por lo tanto lo más poderoso, de lo
cual su dureza es un reflejo en el plano creacional. De allí igualmente el
culto a determinadas piedras en distintas Tradiciones o a través de diferentes
epifanías, o personajes tocados por lo sagrado.
"cada
objeto creado es como el reflejo de las perfecciones divinas, como un signo
natural y sensible de una verdad sobrenatural" Jules Le Bêle
Bendiciones,
Sylvia Rodríguez
Referencias: