De la mañana a la noche, los humanos se ocupan de sus asuntos, parece
que estén despiertos, pero en realidad, la mayoría solo duermen. Van por la
vida con los ojos cerrados, pisoteando el santuario de la naturaleza. No
sienten la presencia invisible de otras criaturas vivas e inteligentes
alrededor de ellos, y de otras fuerzas que circulan, se limitan a lo que es mas
acesible inmediatamente a sus sentidos.
Estar despierto, significa tomar conciencia de todas las existencias que
pueblan el espacio y permanecer en contacto con ellas. Para establecer este
contacto, es necesario empezar por ponerse en un estado de armonía de pureza y
de luz. Son justamente estas condiciones las que tenéis por la mañana cuando
asistís a la salida del sol. Entonces, cuando recorréis el camino, pensad en
todos estos seres invisibles que os rodean.
Es gracias a ellos que la naturaleza está viva y nos ofrece todo lo que
posee. Dirigios a ellos y decidles: “Oh vosotros, gentiles hijos de la tierra,
del agua, del aire, del fuego… vosotros, gnomos, ondinas, silfides, salamandra,
os amo sed reconocidos y bendecidos por vuestro trabajo.” Cita: Omraam Mikhaël Aïvanhov
La peor muerte es la de vivir la vida “dormidos” en blanco y negro, mientras
que cada día los colores de la vida se nos van. Despierta todo tiene vida, la naturaleza está
llena de color y una gran variedad de energía.
Bendice cada amanecer, atardecer, bendice todo lo que tienes y agradece por lo que no tiene. Agradece y
bendice la sequía, la lluvia, la vida, el hogar, el empleo porque todo tiene
energía y una inteligencia lo dirige.
El maestro Omraam acostumbraba escuchar música clásica, instrumental para
agradecer y reconocer la presencia angelical, todos los elementos y fuerzas invisibles que rodeaban en el patio
de su hogar. Era música para los ángeles
y toda fuerza invisible que se hallaba en la naturaleza. Una manera simple de hacer contacto con todo
lo que tiene vida. Nuestras abuelas y
abuelos hablaban con la Tierra mientras realizaban el trabajo de agricultura. Las flores le respondían en su lenguaje aromático,
color y expresión. Los animales nos regalan su amor y necesitan de nuestro
contacto físico. La familia ancestral se
comunican con las energías del viento, lluvia, fuego cada vez que necesitaban
su elemento y manifestación de algún evento. La famosa danza de la lluvia para
atraer el agua y en estos momentos de sequía hay que danzar para mover la
energía. Es una comunión que algunos han
perdido por olvidar que la naturaleza
está viva o lo saben pero no lo creen o
prefieren entretenerse en vivir dormidos con objetos creados por el
hombre.
Los minerales no se quedan atrás, guardan celosamente la historia y toda
información. La aplicación del color en nuestro cuerpo, a través de los
cristales naturales supone una gran ventaja sobre algunas otras técnicas y es
que los minerales, aparte de impregnar nuestra aura de colores, son Fuentes
vivas de energía que equilibran las
nuestras por bio-resonancia, por lo que los efectos son potenciados.
El Ser Humano, al igual que todos los seres vivos de la Naturaleza emana
de sí mismos, un campo Electromagnético sútil y fluido que comúnmente recibe el
nombre de AURA. Despierta somos energía
y la naturaleza es energía pura, energía dévica que la sostiene y le da
forma. Cada vez que estés en contacto
con la naturaleza habla, siéntela y nos convertimos en uno con el Creador.
Visita la naturaleza y en las siguientes láminas puedes encontrar que
está viva.
Bendiciones de
Luz,
Sylvia