Llego el gran día de energía de luz, para abrir las puertas a la armonía del tiempo y del espacio.
Gracias a todas las personas que han emitido por e-mail varias meditaciones e información sobre el 11/11/11. Adopte la siguiente información y meditación. Disfruten del evento. Sylvia.
La meditación se considera como una parte importante del trabajo ya que nutre al grupo y a los individuos, y lo ideal sería que se le dedicara un tiempo a este compartir siempre que sea posible.
Este portal dimensional es para recordaros que durante todo este año y el siguiente tenéis que seguir entrando en la cavidad sagrada que vuestro corazón es; conectad con el maestro interior para que la sabiduría interna salga al exterior, se manifieste y transforme todo vuestro entorno. Este trabajo es de suma importancia, porque es un momento sagrado, santo y lleno de luz. Y como trabajadores de la luz que sois y apoyando al Plan Divino tenéis el cometido de abrir los corazones que están cerrados, dormidos
Visualizad y sentid muy muy despacio dentro de vuestro corazón como todos los seres de dimensiones superiores se reúnen alrededor del Sol. Ellos se unifican en conciencia superior con los seres angélicos. Realmente la energía que está recibiendo este día el planeta viene directamente del corazón del Creador. Los maestros y los ángeles van a hacer de filtro para nosotros. Pues nosotros aún no estamos preparados para recibirla directamente de Él.
En estos momentos se abre un portal o puerta dentro del Gran Sol Central de la Galaxia. De allí salen maestros con antorchas de luz en las manos. Entonces estos maestros y maestras van descendiendo lentamente al planeta. A medida que van descendiendo este fuego va cayendo poco a poco a la Tierra. Llega directamente a vuestro corazón. Desde allí se prende la antorcha de tu corazón. En ese mismo instante reconoces que eres pura esencia de luz. Esta luz emerge desde tu corazón como un gran volcán de amor, abriendo en ti todas esas puertas que te mantienen en la oscuridad.
"Los ángeles te enviamos la pureza de nuestro corazón, creando en tu mente un arco iris de color. Te invitamos a que entres en él. A que seas lo suficientemente valiente como para encender el fuego sagrado de tu Mente Superior y conectarlo a tu mente inferior, de modo que por fin seas dirigido constantemente por la primera. La luz divina de la creación. Es nuestro Padre el que desea en este mismo instante que te llenes con esta sagrada luz, la cual tiene la capacidad de unir todos los mundos que hay en el Universo en uno solo. Que la luz sagrada que ahora te guía, te ilumina y te abre la puerta hacia la dimensión del amor puro sea un bálsamo para ti y para todo el planeta.
Cierra los ojos. Centra la atención en toda la luz que ahora estás recibiendo. Recuerda que este portal 11-11-11 tiene unas cualidades muy importantes para ti y para el planeta Tierra. La antorcha de tu corazón es de una luz dorada brillante. A medida que respiras y tomas más energía de este portal la antorcha que hay en ti empieza a aumentar de tamaño de tal forma que tú ahora eres la antorcha de Dios aquí. Vamos ahora a invocar las energías del mundo dévico. Pedimos su colaboración para el trabajo que vamos a realizar.
Podemos sentir como unas luces de multitud de colores nos empiezan a rodear y a envolvernos con su luz creando una espiral que une nuestro cuerpo a las energías del portal. Ahora unidos a esta energía del mundo dévico y recibiendo directamente la luz divina somos juntos un foco de luz que irradia toda la energía recibida directamente al corazón de Gaia.
Sentimos como la Madre Tierra está integrando la energía del Gran Sol Central de la Galaxia y como pequeñas olas de luz de dentro afuera de nuestra Madre llegan a todos los lugares y a todos los corazones del planeta. Podemos visualizar como esta hermosa luz despierta la consciencia de las almas hasta ahora dormidas. Sus ojos están llenos de una energía de amor.
Podemos ver y sentir como nuestra Tierra asciende a una frecuencia de 4ª dimensión. Los lagos, los mares y los océanos son pura esencia de luz. Sus aguas son limpias como un cristal. Las montañas, los bosques, las llanuras, todo lo que procede y forma el reino vegetal está impregnado de esta bella energía. Su aroma es un sonido celestial para todos los seres de todos los reinos. Este aroma que desprende la madre naturaleza nos transporta en el tiempo y en el espacio hacia una dimensión superior. Allí conectamos con todo el Universo.
Podemos ver por fin como descienden ante nosotros unas grandes luces que empiezan a tomar forma humana. Sus ojos y la luz que desprende su cuerpo despiertan en ti todas las capacidades hasta ahora dormidas. Es el momento, es el milagro, que tanto esperabas. Es la conexión con tu Ser Superior. Sientes la fusión con todo el Cosmos. Dios y tú sois Uno. La experiencia que en estos momentos estás viviendo no se puede explicar con palabras. Realmente tu corazón está en un profundo éxtasis, viviendo la experiencia de la divinidad.
Damos las gracias por esta energía que estamos recibiendo directamente de Dios. Permanecemos un par de minutos integrando todas estas energías.
(Pasado ese tiempo) Ahora visualizamos el tubo de luz o tubo pránico que todos tenemos. Éste es completamente cristalino, transparente, y desprende una luz muy hermosa. El tubo entra por nuestro chakra de la corona en la parte superior de la cabeza y llega hasta nuestro chakra base a la altura de la zona genital.
A unos cincuenta o setenta y cinco centímetros por encima de nuestra cabeza empezamos a sentir o visualizar una gran luz en forma de espiral que a medida que vamos respirando va muy lentamente aumentando cada vez más (pausa) Continuamos respirando y continúa creciendo (pausa) Al respirar esta bella luz podemos sentir nuestra maravillosa esencia divina (pausa) Hacemos otra inspiración profunda y lenta, y a medida que expiramos el aire, crece y crece (pausa) Empieza entonces muy lentamente a descender por el tubo de luz. Podemos ver como nuestra columna vertebral o kundalini empieza a transformarse en luz (pausa) La materia comienza a desaparecer poco a poco (pausa) La luz y el amor que irradia nuestra columna llega muy lentamente a todos los órganos del cuerpo, que muy lentamente empiezan a brillar de una forma muy especial. Los órganos empiezan lentamente a transformarse en luz. Recibimos una gran sanación. Seguimos respirando. Seguimos llenándonos de luz. Nuestro cuerpo brilla más y más cada vez. Sentimos nuestro corazón conectado directamente con nuestros maestros y con los ángeles que nos rodean, y que nos han estado acompañando durante todo el trabajo. Nuestra mente está completamente en paz.
Ahora nosotros compartimos esta luz que recibimos con nuestra Madre Tierra. Tenemos tanto que agradecerle por ser la plataforma para nuestra evolución y ascensión, y la ascensión de todos los reinos… La luz que ahora estamos recibiendo vamos a compartirla con nuestra querida Madre. Abrimos nuestro corazón como el gran manantial de Dios que es y entonces la luz de Dios fluye del nuestro al corazón de Gaia. Desde allí ésta empieza a crecer creando un gran merkaba planetario. Este gran merkaba planetario está sostenido por un grupo de ángeles.
A medida que vamos respirando, una luz blanca dorada va aumentando la velocidad. Esta energía que ahora está recibiendo la Tierra también la estamos absorbiendo nosotros. Podemos sentir como nuestros corazones empiezan a expandirse. Nuestros corazones tienen alas... alas de libertad. Hay una conexión cósmica en estos momentos, una conexión sagrada. Es la energía de la unidad la que podemos sentir dentro y fuera de nosotros. De nuestro corazón salen rayos de luz rosada. Podemos sentir la conexión con todos los corazones del planeta. También estamos conectados con todas las energías cósmicas. Es un sentimiento que se expande por todo el Cosmos. Es la energía sagrada la que ahora se está compartiendo.
Por fin juntos ascendemos hacia los planos superiores. Durante unos instantes podemos ver o sentir como todos nuestros cuerpos se han fusionado en uno solo. Una luz muy intensa de un color dorado envuelve al planeta. Unidos por las manos, unidos por el corazón y con una sola mente, la Mente de Dios, ahora volvemos al Corazón de Dios, a la Unidad, al Cosmos y al Amor Divino. El corazón de la galaxia, el corazón de la madre tierra y nuestros corazones son uno.
“Es la grandeza de vuestras almas la que hace posible que el Plan Divino se realice. En el día de hoy llenamos vuestros vacíos de una energía luminosa que en realidad siempre os ha acompañado. Es el servicio de vuestro corazón el que constantemente os da la sabiduría para aprender de cada lección que sois vuestros propios maestros, que sois la sabiduría de la Creación, que sois un Ser Divino.
Para terminar agradecemos de corazón la presencia, el apoyo y el amor de los innumerables seres de luz que nos han acompañado durante este trabajo y les devolvemos a su vez nuestro amor.
Permanecemos unos minutos en silencio y paz interior, y que cuando cada uno lo sienta puede, sin ningún tipo de prisa, ir volviendo a la consciencia y abriendo los ojos.
Con amor, por Gaia.