martes, 24 de abril de 2018

EL SANADOR...



El sanador no es realmente un sanador porque él no es quién actúa. La sanación sucede a través de él; él solamente tiene que desaparecer. En realidad, ser un sanador significa no ser.

Cuanto menos eres, mejor es la sanación. Cuanto más eres, más bloqueado está el vehículo. Dios, o la totalidad, o como prefieras llamarlo, es el sanador: el sanador es el todo…

Una persona enferma es aquella que ha desarrollado bloqueos entre ella misma y el todo, y es por eso que está desconectado. La función del sanador es volverle a conectar. Pero cuando digo que la función del sanador es volverla a conectar no me refiero a que es el sanador quien tiene que hacer algo. El sanador es sólo un vehículo. Dios es el Sanador o La energía Universal Cósmica, El Todo. 

El sanador está conectado con el todo, por eso puede convertirse en un vehículo.
El sanador toca el cuerpo de una persona enferma y se convierte en un enlace entre el paciente y la fuente. Si es sanador es una persona de conocimiento, que entiende el proceso, no sólo puede ayudar al paciente a sanar, sino que además puede ayudarle a que conectarse con la fuente de donde procede la sanación.

Referencia: OSHO

Bendiciones de Luz,
Sylvia Rodríguez