miércoles, 23 de diciembre de 2015

FELICIDADES


Mil Gracias por estar aquí..



Un Adelanto para el 2016...


Deseando una Feliz Navidad y un Próspero año Nuevo
Bendiciones, Sylvia


viernes, 4 de diciembre de 2015

La Emperatriz de Uruguay




Con el sol ya preparándose para darnos otro sofocante día de calor típico del norte de Australia, dejamos la ciudad de Cairns por la pintoresca ruta Kennedy Highway con rumbo al histórico pueblo de Atherton, en la región de las mesetas, con el propósito de visitar la famosa “Emperatriz de Uruguay”, la amatista más grande del mundo.

El salón de entrada es una tentación única, con mesas y vitrinas cargadas de todo tipo de piedras preciosas y semipreciosas para la venta. Una verdadera prueba a nuestra conducta financiera. 


Después de comprar algunos “recuerditos” y ya equipados con linternas en nuestras cabezas nos internamos en la oscuridad de un laberinto enorme de túneles y arcadas donde luces estratégicamente colocadas nos  muestran un mundo surreal, donde cada rincón y cada grieta albergan  piedras de increíbles colores y luminosidad. En el caleidoscopio que nos rodea se escucha solamente las exclamaciones de admiración de nuestros compañeros de aventura.


Y de repente la encontramos. Con más de tres metros de altura y cubierta de cristales de un color púrpura oscuro,  la Emperatriz de Uruguay, en toda su gloria, reina majestuosa en medio de las cuevas. 
Debido a su increíble belleza y su perfección una persona pregunta si realmente es una piedra extraída naturalmente de la tierra o fue retocada por el hombre. La Emperatriz es real. No ha sido pulida ni retocada de ninguna manera. Está conservada exactamente como fue creada miles de años atrás, con miles de pequeños cristales formados adentro de ella. Y pesa dos toneladas y media!

La Emperatriz fue descubierta en una mina del norte uruguayo y llegó a Atherton en el año 2007, en un contenedor de acero especialmente construido para el largo viaje. Enormes grúas fueron necesarias para sacarla del contenedor y colocarla en el lugar donde se encuentra hoy. Una operación difícil y costosa que Rene y Nelleke no se arrepienten nunca de haber llevado adelante.”.

Referencia:

Bendiciones de la Emperatriz,
Sylvia