domingo, 19 de junio de 2011

PURIFICACION

Solo podemos hablar de una purificación verdaderamente exhaustiva y sutil cuando conseguimos disipar y eliminar totalmente informaciones que se habían adherido a la piedra. Los métodos que son capaces de producir este efecto tienen todos una cosa en común: transmiten información de la transitoriedad.


La sal, como producto de limpieza de acción profunda y depurativa, posee esas informaciones de diversas formas: en la sal se aúnan las informaciones de un ácido fuerte y de una base fuerte (ácido clorhídrico y sosa alcalina) ambas sustancias de gran poder disolvente. A pesar de que los iones se atraen con gran fuerza en la sal, esta se disuelve rápidamente en agua, desaparece por así decirlo, y se convierte en “nada”. Estas informaciones de la transitoriedad conducen finalmente a que otras informaciones se terminen liberando de su adhesión al medio que los transporta (energía o materia) y que el contenido que hasta ahora poseían se disipe.

En el momento de esa limpieza exhaustiva, se produce la emisión de una energía neutra o simplemente una sensación de liberación total y absoluta. Estas sensaciones indican que se ha producido una limpieza completa.

En cada mes presentaremos  cada uno de los métodos mas importantes:

Purificación sobre amatista

La amatista consigue que nos liberemos de determinadas adherencias. Esta sensación la experimentamos en el momento en el que la amatista nos ayuda a despojarnos de la tristeza y la preocupación y a encontrar la paz interior. O también cuando nos ayuda a dejar ciertos vicios o ambiciones y nos permite sentirnos mas libres y recuperar de nuevo nuestra autoestima.

Su lema sobre la información de limpieza es el siguiente: “Termina con la ataduras y libérate de todo lo que te oprima”. Esto se refiere tanto a nosotros mismos, cuando dependemos demasiado de algo, al igual que a aquello que se adhiere a nosotros sin querer despegarse. La amatista trae consigo la liberación y por esta razón es muy apreciada por muchas órdenes monacales y por muchas religiones. No es casualidad que adorne los anillos de algunos obispos católicos.

En animales (superación de experiencias traumáticas) y también en plantas (eliminación de parásitos) la amatista surte efecto, incluso en piedras: es precisamente esa información la que induce que la amatista consiga liberar piedras de muy diversos tipos de información extraña que se adhiere a ellas. Debido a que produce la liberación de esa “adhesión”, no resulta relevante de que tipo de información extraña o de que piedra se trate.

Para proceder a la limpieza con amatista debemos colocar las piedras a tratar sobre una drusa de amatista. La energía que se desprende de las puntas del cristal penetra en la piedra contaminada y la irradia con la “información de limpieza” de tal manera que todas las informaciones extrañas desaparecen. Si anteriormente la piedra ha sido lavada bajo un chorro de agua, la limpieza con amatista no es necesario que se prolongue más de dos a tres horas. En el caso de no haber sido posible ese lavado previo (por ejemplo en prendas) el mínimo preciso de tiempo es de 8 a 12 horas. Puede durar incluso algo mas, aquí no es válido el concepto “demasiado tiempo”.

En la próxima edición continuamos con el tema.

Bendiciones de Luz Cristalina,
Sylvia Rodríguez